sábado, 19 de diciembre de 2009

¿investigamos eficientemente?


Se puede investigar de muchas formas. Por ejemplo, tratando de encontrar cosas nuevas no descubiertas antes; o bien tratando de resolver un problema o con un objetivo concreto. Se puede investigar en dinámica dinámica de fluidos o se puede investigar para producir un nuevo modelo de predicción climatológica. Puede investigar aisladamente o en red con muchos colegas compartiendo objetivos, tareas y equipos.

El problema de gestionar la investigación es que no es posible saber de antemano cómo se va descubrir eficientemente lo que no está descubierto y cómo anticipar su valor socioeconómico. Por ello, cada uno sigue su método (arte), unos lo apuestan todo a una cosa, otros diversifican las apuestas en pequeñas cantidades, ... En ausencia de certidumbre, cualquier investigador potencialmente puede llevarse el gran premio y producir el siguiente gran descubrimiento, ganándose la vida entre tanto.

Esencialmente, es cierto y muchos descubrimientos han sido pura casualidad. A veces se ha destacado tanto este elemento del azar, que se ha eclipsado por completo el resto de sus vidas completamente dedicados al trabajo laborioso diario o las miles de vidas completas de investigadores que nunca tuvieron suerte.

Si comparamos esto con otro negocio donde interviene el azar, como un casino, está claro que cualquiera que juega le puede tocar el gran premio. Pero los casinos a quienes temen son a los equipos organizados, expertos con el ojo puesto en una ruleta concreta o en una mesa de juego concreta, para llegar a tener grandes posibilidades de éxito invirtiendo suficiente tiempo y dinero, convirtiéndolo su actividad en un negocio lucrativo.

Todos los investigadores sueñan con la gloria, la recompensa de tanto trabajo y sacrificio. Les mueve su pasión, su generosidad y determinación, aunque muchas veces no son suficientes para el éxito. Volviendo al casino, la verdad no parece muy eficiente ir allí a dejar mucho dinero sólo para soñar un rato con una remota posibilidad de éxito. Habrá que jugar lo justo. Parece más lógico el gran equipo organizado, experto y concentrado en una mesa. Tendrá menos gloría, pero saldrá ganando.

Regresando al tema y concluyendo, en tiempos duros sensatez, no lo juegue todo a la lotería, apueste de forma decida por la investigación y saldrá usted ganando.
Buen día,
Joaquín

viernes, 18 de diciembre de 2009

¿empleamos bien?


Supongamos que tenemos una carretera. Se puede crear empleo poniendo un funcionario a cada tramo para levantar una barrera que impida el paso. Podemos incluso crear un trámite distinto en cada una y actualizarlo cada cierto tiempo para activar la componente jurídica y organizativa del tema.

También sería posible crear empleo propiciando servicios en cada uno de esos tramos (zonas de comida, juego, diversión, gasolineras, etc.). Aquí necesitaremos también personas que pueden desarrollar normativas para su aprobación, control, operación, calidad, etc.

Otra método de empleo sería dedicar a personas para diseñar nuevos firmes, vehículos más eficientes, nuevos combustibles, logísticas de transporte, aprovechando el sol cómo energía o comunicando unos coches con otros y con los elementos de la carretera para reducir los accidentes.

Incluso quizás habría se podría crear empleo usando las tres estrategias combinadas. Pero el modelo de negocio global no sería muy sostenible si la mayor parte de la actividad es tipo tramites I. Se generará mucha tensión y corrupción por ocupar uno de los puestos de levantador de barreras o de tramitador de sus trámites.

Esta claro que aquellas sociedades que consigan involucrar a su gente en el modelo III van a generar muchos recursos, vidas más ricas, se aportarán valor unos a otros, social y económico. El problema no es identificar el modelo III es el mejor modelo. El problema es cómo reconvertir a alguien que lleva mucho tiempo enfrascado en los trámites de la barrera en un nuevo oficio ahora relacionado con el diseño de una nueva carretara que ahora tiene que alimentar de energía eléctrica a los coches. Seguro, será durísimo y traumático, como ya ocurrió en tantas otras reconversiones (siderurgia, minería, naval, etc.) que llevará tiempo, mucha bronca y mucha formación, pero sobre todo necesitará necesitará la firma convicción de todos que ese modelo I es insostenible, que lleva al desastre no sólo a nuestros hijos, sino a bien pronto también a nosotros.

La cuestión no es solo emplear a la gente, es también emplearla bien.

Buen día.
Joaquín