martes, 12 de julio de 2011

Telegrama:10 deseos para la Universidad

  1. Qué emprenda: proyectos, clases, tesis, trabajos, estancias, prácticas…
  2. Qué compita: por los recursos, los clientes, nuevas áreas de negocio, actividad, compromiso social, creación de valor...
  3. Qué innove: servicios, productos, personal, recursos, ideas, cultura corporativa, valores, evolución continua, cambio…
  4. Qué se mueva:  distrito único para los alumnos y profesores, bypass con centros de investigación y empresas,  puente y embajada con otras instituciones, países...
  5. Qué sea flexible y ágil: planes de estudio, líneas de trabajo, burocracia interna, dedicación y ocupación del personal...
  6. Qué sea accesible: cursos, clases, instalaciones, proyectos, servicios, gestiones…
  7. Qué responda: resultados, evaluación externa, transparencia, proyectos demostrativos, turismo, transporte, mar, salud, sostenibilidad…
  8. Qué se abra: al entorno, al mundo, internacionalización, globalización, alianzas, clientes, recursos, medios, tecnologías, permeables…
  9. Qué hable inglés:  clases, tesis, proyectos, trabajos…
  10. Qué sea sostenible: ambientalmente, socialmente, económicamente, que den ejemplo, demuestren y muestren el camino del presente y del futuro.  


viernes, 8 de julio de 2011

Claves del 2020: sea smart, sostenible e inclusivo a marchas forzadas

Europa esta desplegando su estrategia para la próxima década. Los grandes motores estarán focalizados en torno al crecimiento inteligente (más innovación, integración, sinergias, digitalización, educación, ...), al desarrollo sostenible (energías renovables, economía verde, tecnologías limpias...) e inclusiva (más empleo, movilidad, cohesión social ...).  Estos ejes esperan mejorar los resultados de la década anterior, que fueron decepcionantes. El ambicioso e ilusionante objetivo de Lisboa, convertir a Europa en la economía basada en conocimiento más competitiva del mundo con más empleo y crecimiento económico en el 2010, claramente no se alcanzó ni por asomo.

Varios análisis coinciden en que las tendencias neoliberales inspiran esta visión, pero lo cierto es que tras los desastrosos resultados de los que venimos, hay que acometer problemas apremiantes que no dejan mucho margen de actuación para filosofías, requieren praxis, acciones urgentes y drásticas ya, antes de que el estado del paciente se deteriore y sea irreversible.  

EL MMF (Multiannual Financial Framework)  para el 2014-2020, que viene siendo un marco presupuesto multianual, incluye 80.000M€ para investigación e innovación, muy condicionada por los aspectos anteriores y donde se pretende una implicación de las empresas muchísimo más significativa. Hace falta mucha decisión y valentía política, responsabilidad y capacidad de adaptación rápida de todos, empresarios, investigadores, administración a la nueva situación. De otra forma sólo será más dinero para cambiarlo todo haciendo lo mismo y que alguien lo arregle en el futuro. Tratar de exprimir y ordeñar la vaca hasta el extremo sin alimentarla adecuadamente ya sabemos a donde conduce. 


Este entorno es una enorme oportunidad para mejorar la situación actual, pero exige también un enorme esfuerzo de transformación de las culturas corporativas, de valores claramente antisociales, de mejoras de la productividad y la eficiencia, al mismo tiempo que privaciones y más disciplina. Desgraciadamente es la única forma de mantener el estado social europeo tal y como lo conocemos y mejorar en lo posible las perspectivas para nuestra vejez y nuestros hijos, ya muy inciertas.

Hay oportunidades para el desarrollo en muchas áreas, especialmente las relacionadas con la eficiencia energética, las energías renovables, la construcción sostenible o las Smart cities. Estos retos demandan la transformación forzosa de estructuras y culturas organizativas, que deben mirar hacia adelante y dejar para el recuerdo tiempos más ociosos y visionarios que no alcanzaron los resultados esperados ni de lejos. No toca más remedio que recuperar el tiempo perdido a marchas forzadas.

Centros tecnológicos: Tecnalia, un ejemplo a seguir


Drago y Palma, R&I. 
A principios de este año se ha presentado Tecnalia Research&Innovation. Desde el pasado 1 de enero ya opera como una única entidad jurídica, después de haber integrado y  fusionado ochos tecnológicos (Cidemco, Esi, Euve, Fatronik, Inasmet, Labein, Leia y Robotiker). La corporación resultante ronda ya los 1.500 trabajadores y una facturación anual de 125 M€.

Su visión es transformar conocimiento en riqueza y arraigarla en el territorio, abriendo nuevas oportunidades de negocio a las empresas, lo cuál resulta especialmente creíble bajo el liderazgo del empresario Javier Ormazabal que ha aplicado esta misma receta a su empresa con éxito. La concentración de capacidades resultante, aunque pueda propiciar problemas iniciales de adaptación, les permitirá seguramente competir con éxito en el mercado internacional, donde ya participan en más de 170 proyectos Europeos del VII programa marco, de los cuales lideran aproximadamente un 20% y generando un retorno próximo a los 80M€. En este sentido, han previsto en su plan estratégico 2012-2014 triplicar la facturación exterior, alcanzando los 10 M€.  

Se han organizado en diferentes unidades de negocio, que cubren la principales áreas de su interés, teniendo previsto para el 2015 un objetivo de facturación de 200 millones y un incremento de la plantilla significativo,  acercándose ya a los 2.000 trabajadores. 

Resulta significativo resaltar que su tamaño y facturación rondan el coste y plantilla de una Universidad de tamaño medio. Los centros tecnológicos, son una vía pragmática de aplicación del conocimiento, orientada a la generación de valor, productos y servicios, a la resolución innovadora de problemas concretos que tiene planteada nuestra sociedad. Esta aproximación es muy escasa en nuestro país, especialmente en algunas regiones, a pesar de ser reconocida públicamente como la vía más segura para afrontar el futuro, incluso por la propias Universidades que han proliferado durante las últimas décadas. Ello me conduce a pensar que las infraestructuras no propician la generación espontánea de valor. Son las personas quienes lo generan bajo modelos organizativos adecuados, estimulados por la necesidad de competir e innovar por la subsistencia.

Hay que seguir de cerca la evolución de este centro tecnológico, pues es un modelo de referencia que ejemplifica con éxito la transformación del conocimiento en valor económico y social.

Para saber mas: Tecnalia

domingo, 26 de junio de 2011

La I+D+I: de vajilla de lujo a librillo para el gofio.

La I+D+I ha pasado de ser un lujo elitista de los paises ricos que aportaba prestigio, a ser el pan de cada día, la esencia de la capacidad competitividad de todas las sociedades, sino en la fundamento de su propia sostenibilidad y viabilidad futura. En estas circunstancias se hace necesario integrarla en la actividad económica, empresarial y social como elemento básico ya, como parte de la estructura diaria operativa y no sólo como un complemento decorativo o exótico para enseñar o para el ajuar.

Ha de cambiar también el papel de las instituciones que tradicionalmente se encargaban de gestionarla. Han de formar parte del circuito productivo, no es sostenible mantenerlas al margen del sistema, al menos es necesario que una parte relevante de los efectivos, sino mayoritaria,  esté integrada en el circuito productivo. En las últimas décadas hemos asistido a incrementos significativos de los recursos destinados a la I+D+I que tenían como objetivo la mejora de la competitividad internacional, sin embargo, no se han producido cambios significativos en los aspectos organizativos del colectivo. Tampoco ha evolucionado la cultura corporativa del sector, fuertemente motivada y guiada por principios vocacionales, fuertemente apegada al modelo del funcionariado y  poco formada en los aspectos organizativos.

Ha de abrirse un debate social urgente en este asunto, donde la sociedad ha de entender que la salida a la crisis vendrá a través de la I+D+I y donde los investigadores han de entender que una proporción relevante, sino mayoritaria de sus efectivos ha de implicarse como piedras angulares del circuito productivo. No es posible mantener por mas tiempo su alejamiento y el retiro de la realidad social y económica. No es sostenible, ni para unos, ni para otros.

viernes, 24 de junio de 2011

Acidifiación del oceáno, el otro gran problema

Cada año el  océano absorbe miles de millones de toneladas de CO2 adicionales debidas a causas antropogénicas, es decir, por cuenta nuestra. El dióxido de carbono al disolverse en el agua de mar produce su acidificación, cambiando las condiciones naturales existentes, alterando el equilibrio actual de los ecosistemas. Algunas especies tendrán condiciones más favorables y otras, especialmente las que tienen conchas calcáreas, sufrirán las consecuencias de un medio ambiente más corrosivo. Los científicos tratan de anticipar qué pasará en los escenarios que están previstos (incremento del 100-150% en la acidez a finales de este siglo, respecto a las épocas preindustriales). 

La aceleración a la cual está incrementando la concentración de CO2 es, además,  otro problema. Esta ocurriendo de forma similar a un evento abrupto en términos geológicos, lo cual suele inducir cambios y desequilibrios muy abruptos en los  ecosistemas y en la biodiversidad. Los organismos no tienen tiempo para adaptarse, los ajustes se producen sin amortiguación, lo cual introduce todavía más riesgos de acontecimientos inesperados e imprevisibles. Los riesgos que estamos asumiendo no son todavía bien conocidos, estamos realizando un experimento a escala global en nuestra propia casa, aunque no sabemos con seguridad cómo terminará, ni qué dejaremos a nuestros hijos. La mayor parte de la gente no es consciente del problema porque sus efectos se producen a largo plazo. Es como regar las tierras de cultivo con aguas salinas para ahorrar dinero, de momento se producen cosechas y es muy rentable pagar por agua barata aunque sea de mala calidad, pero a largo plazo el suelo se saliniza y se vuelve estéril. De alguna manera estamos usando energías fósiles en la misma línea, con criterios de mercado actuales pero sin contabilizar los costes que asumirán futuras generaciones para restaurar o mitigar las condiciones que heredarán de sus antepasados,  de nosotros.
Les recomiendo ver el este video, narrado por Sigourney Weaver (la chica de Alien)