viernes, 8 de julio de 2011

Centros tecnológicos: Tecnalia, un ejemplo a seguir


Drago y Palma, R&I. 
A principios de este año se ha presentado Tecnalia Research&Innovation. Desde el pasado 1 de enero ya opera como una única entidad jurídica, después de haber integrado y  fusionado ochos tecnológicos (Cidemco, Esi, Euve, Fatronik, Inasmet, Labein, Leia y Robotiker). La corporación resultante ronda ya los 1.500 trabajadores y una facturación anual de 125 M€.

Su visión es transformar conocimiento en riqueza y arraigarla en el territorio, abriendo nuevas oportunidades de negocio a las empresas, lo cuál resulta especialmente creíble bajo el liderazgo del empresario Javier Ormazabal que ha aplicado esta misma receta a su empresa con éxito. La concentración de capacidades resultante, aunque pueda propiciar problemas iniciales de adaptación, les permitirá seguramente competir con éxito en el mercado internacional, donde ya participan en más de 170 proyectos Europeos del VII programa marco, de los cuales lideran aproximadamente un 20% y generando un retorno próximo a los 80M€. En este sentido, han previsto en su plan estratégico 2012-2014 triplicar la facturación exterior, alcanzando los 10 M€.  

Se han organizado en diferentes unidades de negocio, que cubren la principales áreas de su interés, teniendo previsto para el 2015 un objetivo de facturación de 200 millones y un incremento de la plantilla significativo,  acercándose ya a los 2.000 trabajadores. 

Resulta significativo resaltar que su tamaño y facturación rondan el coste y plantilla de una Universidad de tamaño medio. Los centros tecnológicos, son una vía pragmática de aplicación del conocimiento, orientada a la generación de valor, productos y servicios, a la resolución innovadora de problemas concretos que tiene planteada nuestra sociedad. Esta aproximación es muy escasa en nuestro país, especialmente en algunas regiones, a pesar de ser reconocida públicamente como la vía más segura para afrontar el futuro, incluso por la propias Universidades que han proliferado durante las últimas décadas. Ello me conduce a pensar que las infraestructuras no propician la generación espontánea de valor. Son las personas quienes lo generan bajo modelos organizativos adecuados, estimulados por la necesidad de competir e innovar por la subsistencia.

Hay que seguir de cerca la evolución de este centro tecnológico, pues es un modelo de referencia que ejemplifica con éxito la transformación del conocimiento en valor económico y social.

Para saber mas: Tecnalia

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